Esta semana celebramos el Día Mundial de la lucha contra el cáncer de mama. Esta enfermedad, que afecta especialmente a las mujeres, está desgraciadamente muy presente en nuestra sociedad. Pero a nuestro favor, hemos de decir que cada vez existe un mejor pronóstico en general, debido sobre todo al diagnóstico precoz y a las terapias aplicadas.
Así fue como conocimos a Paz Martín. Hace 10 años fue diagnosticada de cáncer de mama afrontando dos operaciones como consecuencia de esta enfermedad, la segunda en concreto dirigida a los ganglios axilares.
A raíz de este episodio y por recomendación de su médico acudió a nosotros y desde entonces hasta la actualidad son muchas las ocasiones en las que ella nos recuerda lo mucho que el método Pilates ha significado en su recuperación.
“A través de un amigo conocí Élite Pilates y su gran equipo de profesionales y comencé mi recuperación, lenta, sin forzar, recuperando agilidad y potencia en el brazo, hasta tal punto que, 10 años después, tengo más fuerza y movilidad en el brazo operado que en el otro.”
Y es que la afectación del brazo o miembro superior aparece de forma secundaria en la mayor parte de los casos. Podemos encontrar desde limitaciones de la movilidad, rigidez o alteraciones sensitivas, hasta linfedema, donde se produce una obstrucción del sistema linfático por extirpación o daño en los ganglios axilares.
“Gracias a la práctica del método Romana’s Pilates no he sufrido de linfedema y se podría decir que mi brazo es absolutamente normal.”
Porque tal y como nos cuenta Paz, la fisioterapia y el ejercicio físico son dos piezas clave fundamentales que ayudan a evitar la prevalencia de todos estos efectos secundarios y a conseguir una mejor y más rápida recuperación.
Por un lado, el tratamiento mediante fisioterapia es fundamental en el caso de que exista inflamación o edema, donde aplicamos drenaje linfático manual. Además realizamos diferentes técnicas manuales enfocadas a mejorar la flexibilidad de los tejidos y la movilidad, especialmente en la articulación del hombro, así como evitar la fibrosis en las cicatrices derivadas del tratamiento quirúrgico.
Por otro lado e igual de importante será realizar un trabajo activo para fortalecer la musculatura y aportarle elasticidad, de forma que nos ayude a restablecer el movimiento normal del brazo y a evitar las posibles secuelas.
Los oncólogos recomiendan realizar ejercicio aeróbico, pero insisten en que además es fundamental realizar ejercicios más específicos que ayuden a fortalecer la musculatura, motivo por el cual suelen indicar la practica de disciplinas como el método Pilates.
“Cuando una persona pasa por este proceso, además del apoyo de familiares y amigos, necesita ponerse en manos de profesionales para minimizar el impacto de la enfermedad a nivel físico. Profesionales como los fisioterapeutas de Elite Pilates, formados en el método Romana Pilates que combinan esta práctica con la fisioterapia.”
En el caso de Paz, la combinación de ambas técnicas se tradujo en una recuperación en un periodo de tiempo relativamente corto y sin secuelas. Son varios los años que han pasado desde su recuperación hasta hoy, pero sin embargo sigue acudiendo semanalmente a nuestro centro porque considera fundamental el hecho de seguir ejercitándose para mantenerse en las mejores condiciones físicas y ayudar a la prevención de diferentes problemas que pudieran derivarse de haber sufrido esta enfermedad.
“La privacidad de las sesiones, la adaptación a tus necesidades, la atención absolutamente personalizada, ayudan a una pronta recuperación sin secuelas.”
Y es que no hay que olvidar que cada persona es diferente y que como consecuencia del propio cáncer y dependiendo del tratamiento recibido, pueden aparecer múltiples problemas como dolores musculares y articulares, aumento o disminución del peso, aumento del riesgo de sufrir osteoporosis y un largo etcétera. Por lo tanto, mantener unas condiciones óptimas de salud será de vital importancia, pero además cada persona deberá recibir un tratamiento adecuado y personalizado teniendo en cuenta sus necesidades.
La mejor actuación, la prevención
No queremos finalizar sin dejar de recordar que, como siempre, la prevención es de vital importancia. Por ello, todas las acciones dirigidas a mantener unos hábitos saludables en cuanto alimentación, ejercicio y descanso, así como acudir a revisiones periódicas, será siempre fundamental para minimizar los riesgos y minimizar el impacto que pueda dejar cualquier enfermedad en nuestro cuerpo.