La fisioterapia para ciática es fundamental para tratarla. Es una de las mejores terapias no solo para mejorar la sintomatología, sino para prevenir su aparición.
Esta disciplina abarca todos los aspectos a tratar para mejorar los tejidos y estructuras lesionadas y reestablecer su función, dando movimiento, estabilidad, fuerza y flexibilidad a la columna, pelvis y caderas.
Existen diversas acciones y abordaje para la ejecución de las diferentes técnicas y siempre se aplicará la que más se adapte a las necesidades del paciente, dependiendo del grado del dolor, de las características físicas, o del estado en el que se encuentren sus estructuras y su sintomatología general y específica. Así, primero, enfocaríamos el tratamiento en aliviar el dolor y la inflamación para después ganar movilidad y fuerza e ir mejorando la función y prevenir futuras recaídas con el objetivo de realizar las tareas diarias y laborales sin ningún tipo de dolor.
¿Qué es la Ciática?
La ciática consiste en un dolor punzante o agudo y de sensación eléctrica por el recorrido el nervio ciático, que se extiende desde parte inferior de la espalda, glúteos y parte posterior de la pierna y que puede dejar la sensación de hormigueo, adormecimiento o pérdida de fuerza del lado afectado, desde el glúteo hasta el pie. Es el nervio más largo del cuerpo.
Es causada por la compresión, irritabilidad, inflamación o deterioro del nervio ciático en cualquiera de sus sesiones espinales en la columna vertebral L4, L5 y S1 ya sea por un prolapso o una hernia en alguno de los discos intervertebrales, provocando dolor.
En personas mayores puede ser debido a cambios degenerativos, como osteoartritis, por desplazamientos vertebrales o por estenosis del canal espinal.
En ocasiones puede evidenciarse una “falsa ciática” por contractura muscular que genera compresión en el nervio ciático en el desempeño de actividades o posiciones generando compresión en la nalga y produciéndose lo que llamamos “Síndrome del piramidal”. Este episodio genera un dolor muy parecido a la ciática, pero no se produce compresión a nivel lumbar.
Se suelen presentar un conjunto de síntomas, como son:
- Dolor neuropático (eléctrico), irradiado desde la región lumbosacra, nalgas, y hasta la pierna y pie.
- Imposibilidad de flexionar correctamente la rodilla o el pie (en episodios muy agudos).
- Alteración de la marcha.
- Hormigueo o entumecimiento y sensación de ardor en las piernas.
- Debilidad muscular.
- Alteración de la sensibilidad y percepción del calor y el frío
- Deterioro reflejo.
- Edema en la extremidad inferior.
Importancia de la Fisioterapia en el Tratamiento de la Ciática
La fisioterapia es fundamental para el tratamiento de la ciática. Además de ayudar a mejorar la sintomatología, también nos aporta movilidad, flexibilidad estabilidad y fuerza, mejorando así la función corporal y el estado de salud, permitiéndonos volver a realizar nuestras actividades diarias y laborales sin ningún tipo de dolor. Y, una vez resuelto cualquier episodio agudo, nos ayuda a prevenir futuras recaídas.
La fisioterapia para ciática está orientada a conseguir varios objetivos:
- Reducir el espasmo muscular y aliviar el dolor de la parte baja de la espalda, glúteos, muslos y piernas
- Trabajar la movilidad y liberación del nervio ciático en todo su recorrido en base a las estructuras que comprometan su integridad.
- Restablecer la función de la columna lumbar y la articulación sacroilíaca, movilidad de vértebras, pelvis y caderas restaurando los patrones de movimiento funcional sin dolor
- Establecer y fomentar mejores posturas que protejan la zona lumbar y la posición global corporal.
- Prevenir futuros brotes de dolor y reducir el miedo asociado al movimiento
Técnicas de Fisioterapia para Aliviar el Dolor Ciático
El tratamiento para la ciática dependerá del grado de dolor del paciente y de su causa, pero hay una gran cantidad de técnicas adaptadas a cada situación y proceso.
Lo fundamental es realizar una buena anamnesis y valoración fisioterapéutica y, a partir de ahí, escoger el mejor tratamiento para el paciente.
- Diatermia: produce un efecto térmico en capas profundas, aumentando el metabolismo y aliviando la inflamación. Muy recomendable en fases agudas de dolor.
- Electroterapia y neuromodulación del dolor: aplicando una corriente a lo largo del nervio ciático que modula la sensación de hormigueo o debilidad de la zona afectada con un potente efecto analgésico y antinflamatorio.
- Técnicas manuales de movilización articular: a nivel lumbar, pélvico y caderas, para promover el alivio del dolor o restaurar el movimiento articular y prevenir la rigidez.
- Punción seca: mediante una aguja, realizamos esta técnica para liberar puntos gatillo del tejido muscular disminuyendo el dolor y mejorando su función.
- Técnica de energía muscular: es una forma de terapia manual en la que el paciente y el terapeuta realizan contracciones y relajaciones musculares suaves incorporando el movimiento de articulaciones implicadas en la disfunción. Esta técnica puede ayudar a reducir el dolor y restaurar la función.
- Liberación miofascial y movilización de tejidos blandos: tratamos así las restricciones fasciales disminuyendo la tensión o el espasmo muscular.
- Neurodinamia o movilización neural: Con la movilización del nervio ciático conseguimos mejorar el deslizamiento de forma libre en todo su recorrido aliviando la sensación de dolor y hormigueo.
- Tracción mecánica: consiguiendo una descompresión articular, reduciendo presión entre discos vertebrales, aliviando su dolor.
- Fortalecimiento de musculatura débil y estiramiento de la musculatura rígida: debemos tener en cuenta el trabajo de fortalecimiento de toda la musculatura profunda de abdomen, tronco, lumbar, pelvis y caderas, en base a conseguir un equilibrio entre las cadenas musculares con una correcta alineación de las estructuras articulares.
- Entrenamiento de la marcha: se analiza la técnica de caminar del paciente y se vuelve a entrenar para que utilice los patrones de marcha correctos
- Modificaciones posturales y del estilo de vida para la ciática: adoptar una postura correcta y ergonómica al sentarse, levantarse y caminar es esencial para tratar y prevenir la ciática. También es importante seguir rutinas diarias, como seguir técnicas de levantamiento ergonómicamente seguras y adoptar buenas posturas para dormir.
Ejercicios de Estiramiento para la Ciática
Es recomendable introducir primero ejercicios de movilidad y deslizamiento del propio nervio ciático para mejorar su deslizamiento (Neurodinamia) para después, cuando haya bajado la inflamación y la sintomatología, introducir poco a poco ejercicios de estiramiento.
Los ejercicios de fisioterapia para ciática deben ser suaves y controlados. Están diseñados para mejorar la flexibilidad y reducir la rigidez muscular ayudando a aliviar la presión sobre el nervio ciático y reducir el dolor.
Estos estiramientos, por ejemplo, en musculatura isquiotibial, musculatura glútea y piramidal, y musculatura flexora (psoas iliaco) trabajarán en las zonas musculares para que la zona lumbar y la pelvis liberen tensión, realizándolo siempre para las dos caderas.
Fortalecimiento Muscular y su Rol en la Fisioterapia
El fortalecimiento de los músculos de la espalda, las piernas y del centro (musculatura interna de abdomen, lumbar, caderas) es fundamental para el manejo de la ciática, ya que se encuentra debilitada por el dolor.
Los ejercicios de fortalecimiento muscular, incluyendo ejercicios isométricos y con resistencias con carga acorde al estado de la persona, ayudarán a estabilizar la columna vertebral y reducir la carga sobre el nervio ciático.
En la fisioterapia para ciática es importante utilizar como entrenamiento disciplinas que nos ayuden a mejorar nuestra sintomatología al mismo tiempo que trabajan el resto del cuerpo integrando las estructuras lesionadas en armonía y equilibrio, con buena alineación y coordinación de cadenas musculares. Una de ellas es el método Pilates, que, dentro de la fisioterapia se muestra como herramienta de suma eficaz por su seguridad y trabajo. Con su juego de resistencias, se conseguirán unas articulaciones mucho más estables y una musculatura más fuerte y elongada. Nos dará más potencia, más resistencia e incluso velocidad de reacción, ayudando a prevenir futuras recaídas.
Consejos para Mantener la Salud Espinal
Para mantener una buena salud espinal resulta recomendable añadir una rutina de ejercicio físico de bajo impacto y aeróbico en nuestro día a día. Por ejemplo, caminar 30 minutos o nadar y hacer ejercicio en piscina, combinando con estiramientos de espalda, isquiotibiales, glúteos, piramidal y flexores de cadera.
Realizar alguna actividad que nos ayude a fortalecer la faja abdominal y la musculatura profunda. Esta será nuestra principal barrera de protección. En este aspecto, el Pilates se considera una de las mejores disciplinas para aborda analíticamente estos conceptos, no solo para recuperar de forma segura las funciones corporales afectadas, sino también para prevenir su recaída.
Al fortalecer la musculatura interna que une y estabiliza nuestras vértebras, conseguiremos mantener una postura correcta que nos permita resistir mejor a la fatiga muscular, evitando dolor de cuello, de espalda, o de otras articulaciones.
Además, nos ayudará a mejorar nuestra postura en el trabajo, y nuestra forma de agacharnos y de coger objetos sin poner en riesgo nuestra columna.
Es bueno que evites movimientos que impliquen flexión de la columna, arqueo o torsión que podrían empeorar el dolor de ciática. Lo mismo ocurre con el levantamiento de objetos pesados y actividades de alto impacto, como correr sobre una superficie dura.
Preguntas Frecuentes sobre Fisioterapia y Ciática
– ¿Qué terapia es buena para el nervio ciático?
La terapia, que, a largo plazo, reducirá la sintomatología y mantendrá la funcionalidad será el ejercicio físico, fortaleciendo musculatura interna de la columna, del abdomen y caderas, estirando musculatura que está en tensión y realizando una rutina de ejercicio aeróbico sin impacto. Podemos, además, combinarlo con terapia en camilla para tratar musculatura tensa y mejorar la circulación sanguínea y el deslizamiento del nervio ciático.
– ¿Cuántas sesiones de fisioterapia para ciática?
Es necesario tener en cuenta la fase o periodo en el que el paciente se encuentra, el grado de dolor, de incapacidad, inmovilidad o de bloqueo articular que presente, además de las estructuras que se encuentren afectadas. Según esto, se fijarán unos objetivos a corto y a largo plazo que irán determinando las sesiones a realizar.
– ¿Cómo descomprimir el nervio ciático?
Por lo general, con la fisioterapia conseguimos mejorar el dolor y la función, incluyendo técnicas, aparatología complementaria para reducir inflamación de estructuras comprometidas, y terapia manual para reducir la tensión de los tejidos blandos, como liberación miofascial, punción seca, masaje, movilizaciones vertebrales o tracciones para liberar espacio entre articulaciones, además de incluir técnicas de neurodinamia.
En casos más graves o incapacitantes puede ser necesario recurrir a la cirugía.