La artrosis es una enfermedad crónica que afecta a las articulaciones. Aparece, sobre todo, con la edad, por la degeneración y pérdida del cartílago articular encargado de almohadillar y evitar el choque de los huesos que conforman una articulación.
La fisioterapia ayuda significativamente al manejo de este proceso, ofreciendo alivio y mejoría funcional.
¿Qué es la artrosis?
Es una patología degenerativa donde el cartílago que recubre las articulaciones se desgasta y se vuelve más fino, lo que provoca que los huesos se rocen entre sí, causando dolor, inflamación y rigidez. Además, a largo plazo, puede provocar la aparición de osteofitos (protuberancias óseas) deformando la articulación y pudiendo limitar la movilidad, causando incapacidad y reduciendo la calidad de vida.
Las articulaciones que más suelen sufrir de artrosis son las que soportan un gran peso o realizan esfuerzos importantes, como son: caderas, rodillas, dedos de las manos o la columna cervical y lumbar.
Síntomas más comunes de la artrosis
Además de contracturas musculares, inestabilidad y chasquidos, el síntoma más frecuente es el dolor. Puede aparecer cuando cargamos en la articulación, por inflamación en tejidos circundantes acumulando líquido o como causa de sinovitis, bursitis, o distensión capsular. Se alivia con el reposo y con el transcurso del día empeora, y puede, incluso, despertarnos por la noche.
A lo largo del tiempo, aparece rigidez en la articulación, muy común al levantarnos de la cama al comienzo del día, dificultando el movimiento, hasta que la articulación consiga funcionalidad. Ésta puede ser tan intensa que llega a dificultar las tareas cotidianas.
Estos síntomas se acompañan también de pérdida de fuerza muscular y aparición de deformidades articulares. Los huesos crecen de manera anárquica, sobre todo hacia los laterales formándose osteofitos, ensanchando, deformando y desalineando la articulación.
Principales factores de riesgo de la artrosis
- La edad avanzada, especialmente a partir de los 50 años, o la predisposición genética son factores importantes que influyen.
- La obesidad o exceso de peso, es uno de los factores de riesgo más importantes, sobre todo para articulaciones que soportan carga por el estrés y desgaste al que están sometidas.
- Las mujeres entre 50 y 55 años, con la menopausia, ven reducidos los estrógenos de su organismo, incrementando la tendencia a padecer artrosis.
- Algunos procesos fisiológicos como la menopausia precoz, la hipertensión, el tabaquismo, o enfermedades secundarias como la diabetes, pueden desarrollar una artrosis prematura.
- Traumatismos o microtraumatismos debido a la práctica intensiva de algún deporte o bien a una actividad profesional repetitiva.
- La inestabilidad o desalineaciones en las articulaciones también condicionan la aparición de artrosis al verse condicionadas en su posición aumentando el roce de las superficies articulares.
¿Cómo puede ayudar la fisioterapia en la artrosis?
La fisioterapia es una de las disciplinas más efectivas para intervenir en esta patología. Nuestro objetivo como fisioterapeutas será enlentecer la progresión de la enfermedad aliviando el dolor, mejorando la movilidad y recuperando la funcionalidad previniendo la incapacidad con ayuda de ejercicios para fortalecer también la musculatura que soporta las articulaciones y prevenir el deterioro articular, mejorando así la calidad de vida.
Ayudaremos con técnicas manuales y aparatología complementaria, combinando con ejercicios adecuados y educando con posturas correctas y recomendaciones en el día a día.
Alivio del dolor y mejora de la movilidad
Las técnicas manuales, como la movilización articular y el masaje terapéutico ayudarán a reducir el dolor y la rigidez, y mejorar la circulación sanguínea y linfática en las áreas afectadas. Ayudará también a reducir las crepitaciones y controlar los posibles bloqueos articulares.
Para reducir inflamación y dolor podremos recurrir a aparatología como, INDIBA, Magnetoterapia, Electroterapia, Ultrasonido.
No es recomendable una inmovilización prolongada ya que favorecería la atrofia muscular y progresaría más rápido la enfermedad.
Prevención del deterioro articular
Si fuera necesario, lo primero que se tendrá en cuenta sería bajar de peso con una dieta saludable ya que es el mayor factor de riesgo, y si se logra, frenaremos la progresión y aliviaremos los síntomas.
También resulta recomendable plantearse adaptaciones en el hogar, o el uso de ayudas técnicas para reducir la carga y favorecer los desplazamientos, minimizando las limitaciones y promoviendo una vida más activa.
Técnicas de fisioterapia recomendadas para la artrosis
Los fisioterapeutas emplean una variedad de técnicas, incluyendo ejercicios terapéuticos, técnicas manuales como masaje o movilizaciones articulares, y educación para el autocuidado.
Ejercicios terapéuticos
Los ejercicios terapéuticos son una parte esencial del tratamiento, diseñados para mejorar la amplitud de movimiento y fortalecer los músculos que rodean las articulaciones afectadas. Estos pueden incluir estiramientos, fortalecimiento muscular, ejercicios de equilibrio y coordinación. Se ha demostrado que la actividad física regular, adaptada a las capacidades y limitaciones del individuo, puede reducir los síntomas como el estrés y la ansiedad, mejorar el equilibrio y la flexibilidad, y disminuir el riesgo de caídas.
La hidroterapia es una técnica que utiliza el agua para ayudar en el tratamiento de la artrosis. Los ejercicios terapéuticos, en este caso, se realizan en una piscina, lo que reduce la carga sobre las articulaciones y mejora la movilidad y la flexibilidad aportando fuerza y resistencia.
Electroterapia y termoterapia
El uso de corriente eléctrica en la electroterapia estimula los músculos y los tejidos blandos mejorando la circulación sanguínea y regeneración celular y ayudando a reducir inflamación y el dolor. Además, nos ofrece la posibilidad de trabajar con electroestimulación para prevenir la atrofia y ganar tono muscular.
La utilización del calor (termoterapia), el calor húmero y la parafina, ayudará a relajar los músculos y aumentar la circulación sanguínea reduciendo la rigidez y favoreciendo la movilidad articular.
Cuando hay brotes de artrosis agudos podemos utilizar el frio (crioterapia) en periodos breves, que aliviará el dolor y la inflamación.
Ejercicios para artrosis recomendados por fisioterapeutas
Desde la fisioterapia podemos recomendar una serie de ejercicios personalizados y adaptados a las necesidades de cada paciente para fortalecer la musculatura que estabiliza la articulación afectada y movilizar zonas rígidas. Conseguiremos ir reduciendo el dolor.
También es ideal mantener una actividad aeróbica de bajo impacto como caminar, pedalear o nadar.
Ejercicios de rango articular
La realización de movimientos controlados y sin impacto actúan como lubricante para las articulaciones, ya que favorece la secreción de líquido sinovial y ayuda a eliminar las sustancias inflamatorias que se depositan en la cavidad articular, ganando rango de movimiento. Además, la realización de estiramientos ayuda a equilibrar las cadenas musculares evitando el acortamiento y la rigidez.
Ejercicios de fortalecimiento
Utilizando bandas elásticas, lastres, pesas o muelles (método Pilates) para fortalecer los músculos que rodean las articulaciones afectadas, proporcionándoles mayor soporte y estabilidad a la vez que reduce la presión de carga sobre ellas. Además, reducirá el riesgo de sufrir lesiones adicionales.
Ejercicios de bajo impacto como la natación o la bicicleta también son ideales para fortalecer sin aumentar la presión articular.
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¿Cuánto tiempo se tarda en ver mejoras con la fisioterapia para artrosis?
En la actualidad, la artrosis no tiene cura y su tratamiento está dirigido a disminuir los síntomas como el dolor y mejorar la funcionalidad, y pretende retrasar su evolución y mejorar la calidad de vida.
Es importante abordar el tratamiento desde un ámbito multidisciplinar, dependiendo también de la fase y la gravedad en la que se encuentre y valorar la intervención con medidas físicas, farmacológicas e incluso quirúrgicas, si llegara el caso.
El pronóstico de cada persona varía en función de la articulación afectada, de sus limitaciones, de la progresión de la patología y de la adherencia a un tratamiento preventivo por parte del paciente. Bien es cierto, que con la fisioterapia veremos cambios desde el primer momento del tratamiento.
Prevención de la artrosis con fisioterapia
La prevención es clave para ralentizar o frenar la evolución de la enfermedad. Es importante mantenerse lo más activo posible durante toda la vida, y también tener en cuenta:
- Llevar una dieta sana y equilibrada manteniendo un peso saludable.
- Realizar ejercicio físico habitualmente, sin sobrecargas articulares, acorde a la edad y al estado físico. Evitando deportes de impacto.
- Evitar cargar mucho peso y cuidar posturas tanto de pie como sentado, y gestos con sobreesfuerzos en la actividad laboral y cotidiana.
¿Cuándo consultar a un fisioterapeuta para la artrosis?
Iniciar un tratamiento preventivo con fisioterapia en los primeros síntomas es importante para no llegar a un estadio mayor en poco tiempo y frenar su desarrollo de manera precoz ya que, a largo plazo, la limitación funcional que genera la artrosis puede aumentar el sedentarismo, poniendo en riesgo la salud y favoreciendo el desarrollo de otras enfermedades.
Tratamiento personalizado en nuestro centro de fisioterapia
Cada paciente requiere una evaluación y un plan de tratamiento personalizado, teniendo en cuenta su edad, estado físico y las articulaciones específicas afectadas. En nuestro centro realizaremos una evaluación de todos y cada uno de los aspectos, dolencias y necesidades que tenga la persona para para determinar el mejor tratamiento y técnicas de fisioterapia para cada caso.
En nuestro centro, además de fisioterapeutas, somos expertos en el método Pilates, muy completo y eficiente, que reequilibra y reajusta todas las estructuras que se ven afectadas de una manera integral con el resto del cuerpo haciéndole trabajar desde su alineación correcta, sin poner presión, impactos ni carga excesiva.
Preguntas frecuentes sobre la fisioterapia para artrosis
¿Qué síntomas alivia la fisioterapia en la artrosis?
La fisioterapia es una gran aliada tanto para frenar su avance como para tratar el dolor, la inflamación e impotencia funcional, principalmente a través del ejercicio terapéutico para reforzar de forma segura las articulaciones afectadas, mejorando movilidad y previniendo la rigidez.
¿Se puede tratar la artrosis en casa?
En este aspecto, es recomendable seguir las indicaciones de un fisioterapeuta, quien guiará en la realización de ejercicios adecuados y dará consejos y pautas para llevar a cabo las tareas cotidianas de un modo que no suponga un sobreesfuerzo para las articulaciones afectadas.
¿Cuánto tiempo dura un tratamiento de fisioterapia para artrosis?
La artrosis es una patología crónica, con lo que podemos decir que el tratamiento de fisioterapia estará enfocado a mejorar la sintomatología disminuyendo así el consumo de analgésicos y antiinflamatorios, e incluso retrasando o evitando procedimientos quirúrgicos.