Actualmente, con el ritmo de vida que frecuentamos, es muy común que surjan estados de estrés y ansiedad que pueden tener efectos negativos en nuestra salud física y mental. Por eso, resulta muy acertada la práctica de disciplinas como el método Pilates, que ayuden a reducir y prevenir esos niveles.
El método no solamente integra un trabajo físico, sino también mental, a través del desarrollo de la consciencia corporal en coordinación con la respiración. Nos hará enfocar la concentración exclusivamente en nuestro cuerpo y en su ritmo, evitando distracciones y huyendo de las preocupaciones o problemas en los que nos veamos envueltos, y con la urgencia y velocidad que nos pide el día a día.
Establecer una rutina de sesiones nos ayudará a ser más conscientes y reducir los niveles de ansiedad. Nos mantendrá más presentes y con mayor capacidad de manejar situaciones que se nos presentarían como “estresantes”.
Con su práctica, conseguiremos realizar un entrenamiento físico global desde un estado de equilibrio cuerpo-mente, modulando sus respuestas. Seremos capaces de controlar nuestras zonas donde solemos acumular más tensión consiguiendo después un buen descanso.
Beneficios del Pilates para la ansiedad
El método Pilates para la ansiedad nos descubre una serie de beneficios no solo para el cuerpo, sino también para la mente:
- Nos ayuda a desarrollar nuestra consciencia corporal, permitiéndonos conocer más nuestro cuerpo para mejorar nuestras limitaciones y potenciar nuestras cualidades.
- Aumenta la capacidad de concentración y el control mental, manteniéndonos presentes en todo momento.
- Mejora la respiración y la circulación sanguínea, llegando a conseguir un mayor estado de relajación física y mental.
- Ayuda a conseguir mejor descanso, necesario para rendir mejor y mantener buena salud física y mental.
- Aumenta la autoestima, favorece el autoconocimiento y mayor confianza en nuestras propias capacidades y cualidades, ganando seguridad en uno mismo.
- Aumenta los niveles de energía y del sistema inmunológico, aportando vitalidad y fuerza mental.
- En ciertos perfiles psicológicos como los que cursan con déficit de atención o hiperactividad, ser una herramienta efectiva para canalizar los niveles de energía y emociones, mejorando la habilidad para concentrarse y mantener el foco de atención en tareas importantes mejorando su rendimiento.
Todos estos beneficios nos ayudarán a combatir el estrés y la ansiedad, llegando a un mayor bienestar físico y mental y nos hará cambiar la forma de percibir otros ámbitos o aspectos de la vida que nos preocupen o influyan negativamente transformándolo en un pensamiento más positivo y de crecimiento personal.
Mejora de la respiración y relajación
El método incide en un trabajo profundo de la respiración siendo un nexo entre cuerpo y mente. Nos ayuda a sentir mucho mejor nuestro cuerpo y a buscar y conseguir la activación del centro de energía, del que parte la fuerza y el control del movimiento.
Durante una clase de Pilates, incidiendo sobre todo en ejercicios respiratorios como son el “Hundred”, “Spine Stretch forward”, “Double leg stretch” o “Saw” en colchoneta, o en la “Coordinación “ y “Serie de la caja corta” en reformer, intentaremos realizar siempre una respiración costal con el objetivo de fortalecer nuestro centro y, a su vez, liberar y flexibilizar nuestra caja torácica, aumentando la capacidad respiratoria.
Favorecerá el movimiento de toda la columna vertebral y nos permitirá colocar la cintura escapular, equilibrando la posición de los hombros con el cuello, quitándoles tensión, actuando directamente sobre el estrés físico y psicológico.
Respirar de forma correcta nos hará movernos con fluidez, sin bloqueos. Nos previene de posturas forzadas, compresiones viscerales o dolores de espalda por rigidez en la caja torácica, promoviendo su relajación.
Reducción del estrés y mejora del estado de ánimo
La práctica regular de pilates para la ansiedad tiene aspectos positivos sobre el cerebro. Durante las clases liberamos endorfinas, neurotransmisores encargados de hacernos sentir felices y en un estado de bienestar.
Entre otros factores, se produce un aumento de los niveles de serotonina (hormona de la felicidad) implicada en una inmersa mayoría de procesos psicológicos y vegetativos como el humor, el sueño, el apetito o la sexualidad.
También aumenta de los niveles de Gaba, encargada de la disminución del estrés y ansiedad, ayudándonos a reducir nuestros niveles de tensión, agobio y nerviosismo.
Se produce, además, un aumento de los niveles de dopamina, relacionados con la alegría, motivación y euforia.
Por otro lado, con el trabajo conjunto de nuestra concentración con la respiración profunda y consciente, haremos que se oxigenen los tejidos y órganos y nuestro cuerpo libere tensión donde no la necesita, relajando la musculatura y actuando directamente sobre el estrés físico, psicológico y emocional que, en ocasiones, se vuelve el causante de dolores psicosomáticos que también se verán reducidos.
Saber controlar nuestra respiración también ayudará a reducir los niveles de estrés y ansiedad, calmando la mente y mejorando también así nuestra calidad del sueño, olvidando nuestra carga y problemas diarios. Promueve el descanso y la relajación y, como consecuencia a todo ello, mejora el estado de ánimo y la calidad de vida de la persona.
Aumento de la conciencia corporal y el control
En el entrenamiento con el método Pilates, el trabajo de conciencia corporal está muy presente. Los ejercicios se realizan con un control exhaustivo que nos lleva, con nuestra concentración, a obtener movimientos muy precisos, sintiendo e identificando las estructuras corporales y tomando el control del movimiento de cada milímetro de nuestro cuerpo. Es por eso por lo que el método se denominó también “Contrología” poniendo atención en ese control de la mente sobre el cuerpo, lo que hace que el método llegue mucho más allá que unos simples ejercicios de gimnasia.
Una buena conciencia corporal nos permitirá realizar movimientos de calidad que conllevan un menor desgaste e identificar un movimiento que puede hacernos daño antes de realizarlo. Si al movernos somos capaces de sentir como se comporta el cuerpo con una molestia, también seremos capaces de corregirla y no esperar a que vaya a más.
Las personas que tienen menos desarrollada la consciencia corporal suelen sentir más inseguridad y manejar peor el dolor. Muestran también baja autoestima y más síntomas depresivos nos lleva a situaciones de inseguridad con nuestro propio cuerpo y su funcionamiento.
En cambio, quienes presentan más consciencia tienen más aceptación por sí mismos, mayor vitalidad y menos dolores físicos.
Reducción de la ansiedad mediante el control mental
El Pilates para la ansiedad es un método de trabajo exigente en el que se ejercita de manera integral todo el cuerpo. Desde el principio, y durante toda la sesión, es necesario establecer, mediante nuestra concentración, una conexión entre el cuerpo y la mente. Esto no solo nos ayudará a mejorar nuestra condición física, sino también nuestro control mental.
Joseph Pilates pretendía mediante el control mental, llevar una atención plena y conseguir una manera mucho más inteligente de trabajar el movimiento, haciéndolo consciente, con un ritmo adecuado, suave y con fluidez, dándole más importancia a la calidad que a la cantidad, sin llegar a sobrecargar ni provocar tensión.
Esta forma de entrenamiento, incluyendo todos los ejercicios del método, nos hará ejercitar, además, nuestra memoria en la ejecución y en el espacio, siendo capaces de focalizarnos en estímulos únicos acompañándolos de nuestra respiración e ignorando
otros estímulos externos que no nos resulten necesarios en ese momento, incluso aunque nos motiven más, estableciendo así una prioridad.
Este mecanismo, llevado a la vida diaria, tiende a reducir los niveles de estrés y ansiedad que en ocasiones se vuelven los causantes de dolores psicosomáticos que también se verán reducidos, olvidando nuestra carga y problemas diarios y haciendo
que nos ayude en nuestro día a día.