Embarazo y Preparto: ¿Cómo evitar una cesárea?

Durante el periodo del embarazo debemos trabajar para llegar lo más preparadas posible al momento del parto. Hay que reconocer que la mayoría de las veces el parto es una consecuencia de lo que ocurre en el embarazo. Así que, desde Élite Pilates trabajamos con cada paciente durante el embarazo para prevenir las disfunciones características del parto, consiguiendo así un parto más agradable.

En este artículo vamos a hacer un repaso cronológico del embarazo para tener una orientación de como ir trabajando durante el embarazo y aprender, así, cómo evitar una cesárea posible.

¿Cómo evitar una cesárea?

Primer Trimestre

El primer trimestre del embarazo por ser el más delicado se recomendaba no hacer ejercicio. Sin embargo, las últimas actualizaciones de las guías de práctica clínica aconsejan mantenerse activa desde el primer trimestre de gestación.

El ejercicio es fundamental, la evidencia científica refleja que las mujeres que hacen ejercicio durante el embarazo presentan:

  1. Disminuye el tiempo del parto
  2. Menor probabilidad de cesárea
  3. Menos necesidad de instrumentalizar el parto
  4. Ganancia de peso óptima
  5. Menos casos de diabetes gestacional

Es ideal acompañarlo de con un especialista en suelo pélvico que tras una valoración sabemos que debemos trabajar según cada cuerpo. Será un entrenamiento individualizado para el cuerpo y otro específico para la musculatura del periné.

Segundo Trimestre

Entre la semana 16 a 20 de embarazo recomendamos realizar nuestro programa de reeducación para tomar conciencia de la zona pelviperineal, tener un control del suelo pélvico y conocer para el resto del embarazo lo que es positivo y lo que no.

En este programa la primera sesión será una valoración de la embarazada, en ella identificaremos si hay algún factor de riesgo perineal o alguna patología. En las siguientes sesiones tendremos como objetivo:

  1. 1.- Tomar conciencia: es común no tener buena conciencia de la zona perineal. Vamos a conseguirlo a través de información visual y un trabajo sensorial y perceptivo de esta zona perineal.
  2. Proteger y controlar musculatura del suelo pélvico: con el Método Pilates fortaleceremos abdomen sin generar presiones, flexibilizaremos las articulaciones de la pelvis para asegurarnos el mínimo daño en el suelo pélvico, y el estiramiento/normalización de los grupos musculares que intervienen.
  3. Dar elasticidad a la musculatura perineal: realizaremos el masaje perineal tanto con nosotros en la sesión de fisioterapia como en casa de manera individual o en pareja. También puede ayudar el EPI-NO.
  4. Prevenir lesiones durante el embarazo: aprenderemos a corregir la hiperlordosis llevando al bebé “alto”, esto nos ayuda a no sobrecargar en la zona lumbopélvica, tener un mejor tono abdominal y mejor encajamiento del bebé.
  5. Fortalecer musculatura suelo pélvico: con los ejercicios de Kegel en diferentes posturas entrenaremos esta musculatura. Hay dos tipos de fibras las rápidas y las lentas, por lo que tendremos que hacer dos tipos de contracciones.
    • 5 segundos de contracción – 10 segundos de descanso (10 repeticiones x 5 series)
    • 1 segundo contraer – 1 segundo relajar (10 repeticiones x 6 series)

Tercer Trimestre

En las últimas sesiones aunque seguiremos trabajando el masaje perineal y realizando ejercicios (este trabajo debe continuar de manera activa en casa) vamos a aprender posturas facilitantes en el expulsivo y el pujo más adecuado para cada momento. En este trimestre queremos dar a la embarazada todas las herramientas posibles para el momento del parto.
Las posturas van a ir variando según el bebé va descendiendo por el canal del parto.

En la fase de Dilatación vamos a flexibilizar la pelvis y relajar la musculatura lumbo-pélvica, disminuir el dolor de las contracciones y descargar el peso del cuerpo (“tronco en descarga, no molesta al útero que trabaja”).

En la fase del Expulsivo según va descendiendo el bebé por los planos de la pelvis vamos a ir colocando la pelvis libremente de una forma u otra para que la musculatura le ayude al feto a realizar la rotación cefálica y vaya bien orientado hacia el periné anterior.

El pujo debe ser un pujo fisiológico, que la mujer puje cuando tenga ganas de pujar, y no se debe hacer con boca cerrada. Famosa frase “boca cerrada, periné cerrado”, el pujar con la boca cerrada sería como empujar los órganos hacia afuera propiciando un prolapso.

El pujo se acompaña de ejercicios respiratorios en el parto. Todo esto lo podemos poner en práctica con el EPI-NO.

Con estos consejos y tratamientos no hay de qué preocuparse, si tenemos todo un embarazo de trabajo para llegar más que preparadas al momento del parto.