Las hernias discales son lesiones súper comunes en nuestra sociedad desgraciadamente. Todos nosotros somos susceptibles de sufrirlas a lo largo de nuestras vidas solo por el hecho de haber pasado a mantenernos en pie, en lugar de ir “sobre cuatro patas”. Por ello en este artículo te contamos brevemente algunos aspectos importantes entorno a ellas y te desvelamos nuestro secreto para conseguir los mejores resultados.
Causas y factores de riesgo más comunes
Generalmente, a excepción de los casos donde se reciba un traumatismo, las causas que llevan a que se provoque la lesión van a estar directamente relacionadas con tu postura, tu alineación, tu movilidad y la fuerza y flexibilidad de la musculatura de tu columna.
Por otro lado, en cuanto a los factores que pueden influir sobre nuestros discos degenerándolos más rápidamente, podríamos nombrar algunos que no podemos evitar, como la edad. Pero otros como la obesidad y el sedentarismo, algunas actividades que realizamos en nuestra vida diaria o la práctica de algunas disciplinas físicas que causan presión, deberían corregirse para evitar la lesión o, en caso de que ya exista, evitar que la degeneración sea mayor.
3 factores clave para evitar la degeneración del disco:
- La alineación: La correcta alineación permite una correcta distribución de las fuerzas y por lo tanto una correcta distribución de las cargas soportadas en cada uno de los segmentos vertebrales de nuestra columna.
- Nuestra musculatura: Si los músculos de nuestra columna y nuestra zona abdominal se encuentran en condiciones óptimas, tendrán capacidad de reaccionar frente a los esfuerzos que realizamos protegiendo nuestras articulaciones.
- La movilidad: indispensable para aportar la funcionalidad a cada una de nuestras vértebras de forma independiente, así como una funcionalidad en general de la columna.
¿Qué podemos hacer?
El tratamiento va a depender de la fase en la que te encuentres y de la sintomatología. Pero independientemente de esto, lo ideal será trabajar con un tratamiento combinado donde apliquemos:
- Fisioterapia: Que irá enfocada a disminuir el dolor y la inflamación mediante diferentes técnicas manuales y diferente aparatología. Es muy importante acudir a tu fisioterapeuta para que te valore y escoja el tratamiento más adecuado, el cual podrá variar en cada caso.
- Método Pilates: Indispensable, ya que actúa directamente sobre el problema ayudándonos a fortalecer y flexibilizar nuestra columna, aportando estabilidad y un movimiento normal, corrigiendo nuestra postura y dándonos una conciencia y educación en el movimiento para realizar con seguridad cualquier actividad en nuestra vida diaria, así como en la práctica de otros deportes.
En nuestro centro aplicamos ambas terapias en conjunto, ya que ambas se complementan y nos permiten conseguir resultados fantásticos.