Running

Al igual que cualquier ejercicio aeróbico, correr nos aporta grandes beneficios. Trabaja nuestra condición física fortaleciendo nuestra musculatura, mejorando nuestra circulación o ayudándonos a adelgazar. Pero además supone a nivel psicológico una vía ideal para olvidarse de los problemas y el estrés.
En realidad puede ser un ejercicio fantástico, pero como siempre, puede acarrearnos diferentes problemas si no prestamos atención a ciertos aspectos que son importantes y que determinan practicarlo de forma responsable y segura para nuestro cuerpo.

Errores frecuentes en la práctica del running

  1. En cuanto a la técnica: El mayor error estriba, como ocurre en otras disciplinas físicas, en la falta de técnica. En general las personas piensan que este es un deporte sencillo que cualquiera puede practicar, que está al alcance de todos y que no requiere de un aprendizaje concreto, como ocurre por ejemplo con el golf, el esquí o la equitación. Esta creencia errónea es el caldo de cultivo para que puedan surgir diferentes problemas durante y después de su práctica.
  2. En cuanto al calzado y la vestimenta: Otro de los errores más comunes es no usar un calzado e incluso una vestimenta adecuada. También, muy probablemente subestimamos la importancia de estos elementos en lugar de pensar en ellos como algo que puede ser determinante a la hora de evitar diferentes problemas.
  3. En cuanto a nuestra preparación: Es habitual ver a personas que empiezan a practicar running “a lo loco” sin tener un plan o programa de entrenamiento realista y adecuado y pretendiendo conseguir resultados en un corto plazo de tiempo. Este es un error que, lejos de ayudarte a aumentar tu resistencia, tu velocidad o ayudarte a perder peso más rápido, solo contribuirá a que te lesiones más fácilmente.
  4. En cuanto a la alimentación e hidratación: Los típicos errores en este caso se cometen en personas que tienen como objetivo principal adelgazar y evitan ciertos alimentos en su dieta que son fundamentales, como los carbohidratos. Además, suele ser común también no mantener una hidratación adecuada, error que solo dificultará el aporte de oxigeno y nutrientes a nuestros músculos.

Lesiones más frecuentes en el running

  1. Síndrome de la cintilla iliotibial: Donde se produce una inflamación por roce de la cintilla con el fémur. Suele darse más habitualmente en corredores de larga distancia y puede tener diferentes orígenes.
  2. Condromalacia rotuliana: Desgaste del cartílago de la rótula producido por su roce continuo y que generalmente tiene como origen los desequilibrios musculares.
  3. Periostitis tibial: Inflamación a nivel de la tibia que se produce generalmente al correr en superficies duras o cuando no empleamos el calzado adecuado.
  4. Fascitis plantar: Más común en aquellas personas con pies cavos o con mucho arco y que produce una inflamación en la fascia que recubre la musculatura de la planta del pie.
  5. Tendinopatías y esguinces: Generalmente debidos a la falta de preparación o al sobre entrenamiento y a los desequilibrios musculares.
  6. Lumbalgias: Habitualmente debidas a la falta de estiramiento, a problemas de alineación y a problemas de desequilibrio muscular.

¿Cómo puedo mejorar mi práctica?
Te comentamos algunos consejos que puedes poner en práctica y que pueden ser de gran ayuda para sacarle el mayor beneficio a tu entrenamiento, evitando a la vez el riesgo de lesión.

  1. Mejora tu técnica:Intenta correr con zancadas cortas manteniendo un ritmo regular e intenta apoyar correctamente el pie.
    También, presta atención a tu postura. Trata de mantener tu espalda recta y tu parte superior relajada y sin tensión.
  2. Elige correctamente el calzado: En el caso del calzado es importante tener en cuenta el peso corporal, así como el tipo de pisada, para elegir aquel que se adecue a nuestras necesidades..
  3. Elige correctamente tu indumentaria: Con respecto a la vestimenta, es importante elegir prendas que sean transpirables, que mantengan el cuerpo seco y que eviten el acumulo de humedad por el sudor.
  4. Elige bien el terreno: Ten en cuenta que las superficies duras generan más impacto, por lo que, especialmente si eres principiante, trata de elegir superficies más amables como la tierra o el césped para comenzar.
  5. Evita la sobrecarga: Ponte limites de entrenamiento realistas que te permitan ir superándote poco a poco cada día y evita hacer entrenamientos demasiado exigentes que te lleven a sufrir lesiones.
  6. Mantente hidratado: Para ayudar a que tus músculos se mantengan en condiciones óptimas.
  7. Estira al finalizar: No lo dejes de lado, ya que ayudaremos a reducir la tensión y la sobrecarga en la musculatura que más ha trabajado y con ello evitaremos lesiones.

Runners: No more pain
Nuestro programa “No more pain” esta desarrollado y pensado especialmente para personas que sufren alguna lesión o para aquellas que practiquen de forma asidua una disciplina física donde sea necesario hacer un tratamiento para rehabilitar y/o prevenir aquellas dolencias que se puedan generar.
Para ello nos basamos en dos pilares fundamentales, la fisioterapia y el método Pilates, para lograr la recuperación de la forma más eficaz y para prevenir las lesiones durante la práctica.

En el caso de los corredores, trataremos las diferentes lesiones que puedan aparecer trabajando sobre las estructuras dañadas con técnicas de terapia manual combinadas en muchos casos con diferentes instrumentos y aparatología, como en el caso del uso de INDIBA, muy solicitado en los deportistas de alto rendimiento.

Por otro lado, aplicaremos sesiones de método Pilates original, que en el caso de los corredores es especialmente interesante, ya que se trata de un ejercicio sin ningún tipo de impacto.
En este caso nuestras acciones irán enfocadas a trabajar algunos puntos clave para ayudar a corregir y prevenir. Sobre todo nos centraremos en:

  1. Hacer un trabajo sobre la alineación general y sobre el correcto apoyo del pie.
  2. Equilibrar la musculatura para eliminar tensión de aquellos músculos más sobrecargados y fortalecer aquellos más débiles, evitando así problemas futuros en nuestras articulaciones, tendones, etc.
  3. Hacer un trabajo específico de estiramiento, sobre todo de la cadena posterior y de la musculatura de las piernas.
  4. Corregir la postura general de todo el cuerpo, importante para evitar las diferentes compensaciones que nos pueda generar la práctica deportiva.