El método que Joseph Pilates diseñó se sustenta en 6 pilares fundamentales que son la base por la que se establece cada ejercicio y su ejecución dentro del programa, y que resultan esenciales para entenderlo y practicarlo. Te hablamos de cada uno de ellos a continuación:
Powerhouse o centro de energía
Es el motor de donde parte la fuerza necesaria para realizar cualquier acción o movimiento hacia el resto del cuerpo en todos los ejercicios del método. En él se sitúa la musculatura que envuelve toda la región abdominal hasta las vértebras lumbares, incluida la musculatura que engloba la caderas y la pelvis con el suelo pélvico como base.
¿Por qué es importante el trabajo sobre el powerhouse o centro de energía?
La fuerza del centro será la encargada de iniciar y controlar el movimiento de las partes del cuerpo que, según el ejercicio, tengamos como objetivo mover, haciéndolo de manera equilibrada y evitando movimientos que lleguen a sobrecargar o presionar zonas más débiles.
Nos hará ganar tono en la musculatura profunda, generando la fuerza necesaria para transmitirlo después a la musculatura superficial, encargada de realizar el movimiento completo de todas las cadenas musculares que desde esta zona central partirán de manera simétrica a los dos lados del cuerpo, potenciando su funcionalidad y eficiencia.
Concentración
Es la característica que nos permite conectar nuestra mente con nuestro cuerpo, necesaria para tomar consciencia desde el primer momento, de su colocación, de cada fuerza y movimiento, manteniendo su control con la respiración. La mente va tomando conciencia de sus capacidades, limitaciones y debilidades para mejorar su estado.
¿Por qué es importante el trabajo sobre la concentración?
Si nos concentramos en la ejecución de cada acción muscular, la posición de nuestras articulaciones y el funcionamiento de nuestra respiración, obtendremos una mayor percepción de nuestro cuerpo que nos permitirá obtener un control exquisito para utilizarlo con la precisión e intensidad adecuadas.
Control
Nada sucede de forma aleatoria, sino que todo movimiento está controlado. En la práctica del método, es la mente la que guía al cuerpo. El dominio corporal se consigue cuando tomamos consciencia y utilizamos ese control de todos los elementos que intervienen en la elaboración del esquema corporal, ya sea para el mantenimiento de la postura y el equilibrio o para realizar un movimiento específico.
¿Por qué es importante el trabajo sobre el control del cuerpo?
Durante la práctica del método Pilates no sólo se trabajan aspectos físicos, sino también mentales. La mente estará siempre alerta y supervisando al resto del cuerpo y esto nos permitirá realizar cualquier movimiento con la mayor calidad.
Al aportar este control lograremos asegurarnos de que cada movimiento sea correcto. Esto nos ayudará a focalizar mejor el trabajo evitando compensaciones indeseadas. Y por otro lado, nos permitirá desarrollar y mejorar nuestra consciencia corporal, no solo durante los ejercicios, sino en cualquier momento de nuestro día a día.
Precisión
Los ejercicios deben buscar la perfección en la correcta ejecución, dando calidad de movimiento y alcanzando el objetivo propuesto.
Buscamos de esta manera la perfección de la postura y el movimiento en el espacio sin desorganizar ni desestabilizar lo que nos interesa en cada momento. Por este motivo, el método se centra en realizar y ejecutar los ejercicios con pocas repeticiones, para no perder esa precisión. Le damos importancia a la calidad más que a la cantidad.
¿Por qué es importante el trabajo sobre la precisión?
Generalmente realizar muchas repeticiones de un ejercicio no nos asegura que vayamos a tener mejores resultados o que vayamos a fortalecer más rápido. De hecho, en la mayor parte de las ocasiones exagerar el numero de repeticiones conlleva un sobre esfuerzo que acaba traduciéndose en compensaciones indeseadas que pueden generar desequilibrios en el cuerpo e incluso lesión.
Durante la práctica del método Pilates se le da prioridad a la precisión para asegurar que el trabajo se focalice exactamente donde queremos. De esta manera evitamos sobrecargar ciertas zonas o músculos que en cada cuerpo sean dominantes y conseguimos mantener la eficacia en cada uno de nuestros movimientos aportando un mayor beneficio.
Fluidez
Es la cualidad que nos permite llevar a cabo los ejercicios de forma armónica, natural y continuada, sin generar tensiones indebidas ni movimientos bruscos o impactos que perturben su función. Resulta esencial para realizar correctamente los ejercicios.
¿Por qué es importante el trabajo sobre la fluidez?
Siguiendo un ritmo suave y continuado, se logra combatir la rigidez y se evita el riesgo de dolores musculares o lesiones en las articulaciones. Todo el movimiento surge de manera funcional y global siguiendo una secuencia de ejercicios encadenados, sin pausa de movimiento entre ellos. No existen movimientos aislados, estáticos o bruscos que entrecorten su ejecución.
El método Pilates busca, ante todo, reeducar el cuerpo durante el movimiento. Para ello utiliza tanto sus ejercicios como las transiciones entre ejercicio y ejercicio como vía para enseñar a las personas a moverse de forma correcta, armoniosa y sin brusquedad, ya que la idea es, no solo aplicar este aprendizaje durante la sesión, sino que cualquiera lo pueda trasladar a su vida diaria.
Respiración
Focalizando el trabajo sobre la respiración, conseguiremos que el aire entre y salga de forma natural y profunda por la nariz, dirigiéndolo hacia la zona intercostal para llenar los pulmones, aumentando así su capacidad y favoreciendo también la circulación sanguínea. Esto nos ayuda también a dirigir la energía y la atención al movimiento que se está estableciendo, en base a un ritmo interno, dentro de nuestra consciencia corporal y nuestro control desde el centro de energía.
¿Por qué es importante el trabajo sobre la respiración?
Durante la practica de los ejercicios la respiración será un factor clave, en algunas ocasiones con la idea de facilitar el movimiento y en otras, con el objetivo específico de trabajar directamente los pulmones para aumentar su capacidad y mejorar el intercambio gaseoso, repercutiendo así favorablemente en la oxigenación de los tejidos.
Además, con la práctica del método logramos establecer una conexión de la coordinación del movimiento con nuestra respiración, lo que nos ayudará a movernos de una manera fluida, a mejorar el rendimiento físico y a conseguir una higiene postural correcta.
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