Pilates & circulación sanguínea

Pilates & circulación sanguínea

El sistema circulatorio es primordial para realizar cualquier función corporal. Es el encargado de llevar oxígeno y nutrientes a los tejidos, y dióxido de carbono a los pulmones para expulsarlo. Una buena circulación sanguínea es esencial para mantener una eficiente actividad muscular, articular, visceral, un buen mantenimiento de la piel y de otros tejidos y una correcta eliminación de deshechos. El sedentarismo, el sobrepeso y los malos hábitos son factores que ralentizan la circulación sanguínea, pudiendo desembocar en patologías como: varices o insuficiencia venosa, artritis, hipertensión o accidentes vasculares como el ictus o la trombosis. Una dieta saludable y un entrenamiento físico adecuado son condiciones imprescindibles para activar la circulación arterial y favorecer el retorno venoso y linfático que también se ve afectado con una mala circulación. En general, la actividad física y el deporte mejoran la circulación sanguínea al hacer trabajar de forma vigorosa nuestro corazón y el sistema circulatorio. Pero ciertos entrenamientos, bruscos y de alto impacto, son contraindicados en caso de problemas cardiovasculares. El método Pilates es el entrenamiento más seguro porque evita golpes e impactos, que estancan la sangre y dificultan el retorno venoso aumentando la sensación de pesadez. Su práctica hace trabajar de forma global nuestras cadenas musculares, fortaleciéndolas y flexibilizándolas en diferentes posiciones y de manera dinámica. Incluidas posiciones boca abajo y con las piernas en alto, en las que la sangre fluye hacia todos los tejidos favoreciendo su circulación y el aporte de oxígeno y nutrientes. El método cuenta con ejercicios en los que nuestro corazón bombea sangre de un modo fuerte y constante y el trabajo consciente y controlado de la respiración permite que una mayor oxigenación del cuerpo, aumentando la circulación. Esto también se traduce en un sistema inmunitario más fuerte. Al mismo tiempo, mantener una buena circulación sanguínea y una correcta irrigación de todos los tejidos hará que nuestro sistema nervioso trabaje correctamente disminuyendo los niveles de estrés. Por este motivo, el Pilates se convierte en la práctica ideal para mantener siempre activo nuestro cuerpo, de manera funcional y con una eficiente actividad cardiovascular, sea cual sea nuestra edad y nuestro estado físico.