Columna versus juventud
Te contamos cómo en su flexibilidad está la clave.
La columna vertebral es quizás la estructura corporal que, debido a la evolución del ser humano, ha experimentado más exigencias. Desde su apoyo sobre las cuatro extremidades a la posición bípeda, sobre las dos piernas. Esta evolución ha hecho que se haya adaptado pasando por una serie de cambios morfológicos con una posición anatómica diferente, acentuando sus curvas para amortiguar los impactos del suelo.
Factores involuntarios cómo: la genética, morfología, edad o género influyen en su configuración. No obstante, podemos influir en otros aspectos que condicionan la salud de la columna a lo largo de la vida, desequilibrios posturales por debilidad muscular, desviaciones acentuadas y rigidez, falta de movilidad y flexibilidad, son las causas más frecuentes por las que la columna no puede soportar la carga hacia las articulaciones y ligamentos y acaba forzada al realizar sus funciones. Por ello, mantener la musculatura de la columna y las estructuras articulares fuertes -con sus rangos de movimiento adecuados, estables y flexibles- permite que soporte ese estrés incluso sometida a presiones puntuales excesivas, causadas por malos gestos y/o posturas mantenidas.
La práctica del método Pilates aporta un trabajo integral con ejercicios cuyos objetivos se focalizan en la movilidad y flexibilidad de la columna vertebral, poniendo especial atención a aquellas zonas que, en cada caso particular, se encuentran más rígidas y débiles. En estas zonas la musculatura aumentará su flujo sanguíneo, se tonificará y alargará ampliando el rango de movimiento de la columna y mejorando su bienestar.
Muchos de los gestos de la vida cotidiana, como: girarse mirando hacia atrás, agacharse a calzarse los zapatos, intentar coger un objeto muy por encima de la cabeza, o simplemente una práctica deportiva que requiera correr o saltar, son algunos ejemplos en los que puede verse comprometida y responderá mejor si se trabaja con un sistema de entrenamiento que la fortalece y flexibiliza. Una columna con sus curvas fisiológicas y discos vertebrales conservados, correctamente alineada, articulada, estable y fuerte, es fundamental para que la comunicación entre el sistema nervioso y todas las estructuras corporales se desarrolle con normalidad. De esta forma se adquiere el control y la coordinación necesarias que ayudan a preservar su juventud.
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